Es el titiritero-narrador del teatro tradicional de Indonesia wayang), en el arte del títere (dhalang, en javanés).

El dalang es el máximo representante de su compañía, que actúa gracias a la ayuda financiera de un mecenas. El (o la) dalang contrata a algunos o a todos los músicos que acompañan a la actuación dirigida por la voz y los sonidos emitidos por él mismo. Éste se encarga de la narración, los cantos ambientales y de todo el diálogo; las historias que representa tienen una duración de tres a ocho horas. La mayoría de las veces, el repertorio se extrae del ciclo de Mahabharata, y en ocasiones del Ramayana, de leyendas javanesas, historias islámicas, crónicas locales y de la historia reciente. El dalang, en algunas ocasiones, interactúa con cantantes (mujeres) que le hacen presagios en ciertos momentos del espectáculo. Las figuras toman vida con gran habilidad, destacando las danzas y escenas de lucha.

La mayoría de los dalang saben tallar figuras, y muchos de ellos crean nuevas figuras al gusto del público. Un dalang profesional es un maestro de la narración, la danza, la música, las artes visuales y la iconografía, la cultural local, la sabiduría ritual, la crítica política y social, la comedia, la filosofía y la religión. La maestría en todas las materias de este artista prototípico hace que el público establezca analogías a nivel metafísico entre el titiritero y dios, y a nivel físico, entre el titiritero y el dirigente. Aunque puede estar oculto al público, la presencia del dalang está en todas partes.

De hecho, en Bali se dice que el primer dalang fue el dios Iswara (una encarnación de Shiva) que bajó a la tierra para exorcizar demonios. Los dalang javaneses dicen que Sunan Kalijaga fue el primer titiritero, que usó el arte para convertir Java al Islam en el siglo XV, y se consideran protectores de su legado sufí. Muchos dicen ser descendientes directos del seguidor de Kalijaga, Sunan Panggung (“Santo del escenario”). En cierto modo, los titiriteros eran y son valiosos por sus funciones rituales y recreativas en las ceremonias del ciclo de vida y en otros acontecimientos.

Un actor en la comunidad

La crítica social y política es parte de cada representación, y el dalang considera que el wayang es un método de comunicación de masas. Desde la fundación de la República de Indonesia en 1950, los dalang han sido requeridos por varios jefes de gobierno a fin de difundir mensajes oficiales, que versaban sobre la planificación familiar o propaganda pro- (1950-1965) o anti- (1965-1998) comunista, entre otros temas. Los partidos políticos les pagaban para que actuaran en sus campañas electorales. Los dalang aún hablan sobre las presiones de la censura o de la autocensura desde la época colonial hasta la caída de Suharto (Soeharto) en 1998.  Desde al menos la década de 1960, algunas compañías han contratado a dalang para publicitar productos en sus espectáculos.

Los dalang se encuentran en zonas que han recibido las influencias de Java, incluidas Java central y Java oriental, Sonda (Java occidental), Bali, Lombok, Sumatra, Kalimantan y áreas de la Península malaya. También existen dalang en los países donde los javaneses han emigrado, desde Surinam (en Sudamérica) hasta Irian Jaya (Papúa). Desde la década de 1950, cada vez hay más titiriteros que no proceden de familias tradicionales de titiriteros. Desde la década de 1960, un gran número de europeos, australianos y americanos se han unido a los dalang estudiando y representando el wayang en Indonesia y en el extranjero. PEPADI (Persatuan Padalangan Indonesia, Organización Dalang de Indonesia) fundada en 1971 y SENAWANGI (Seni Nasional Wayang Indonesia, Arte de Wayang nacional de Indonesia) fundada en 1975 han trabajado para reunir a los dalang de Indonesia y del mundo. Organizan el Pekan Wayang (Festival Wayang) aproximadamente cada cinco años, una ocasión para que los dalang puedan reunirse y compartir su trabajo.

Una canción ritual en el exorcismo ruwatan (“protector”) del arte de títeres javanés invoca a Banyak Dalang (“muchos titiriteros”) ya que los titiriteros protegen el mundo. Son muchos los que responden al propósito de este mantra, en lo que hoy en día es un arte internacional.

Bibliografía

  • Cuisinier, Jeanne. Le Théâtre d’ombres à Kelantan [El teatro de sombras en Kelantan]. Paris: Gallimard, 1957.
  • Sedana, I Nyoman. “The Education of a Dalang” [La educación de un dalang]. Asian Theatre Journal. Vol. 10, No. 1, 1993, pp. 81-100.