Creador croata de títeres y escenógrafo. Branko Stojaković comenzó a colaborar como un entusiasta autodidacta en el Zadar Puppet Theatre (Teatro de títeres de Zadar), descubriendo de forma gradual y, posteriormente contribuyendo a las distintas técnicas de títeres. El modo de expresión distintivo en el manejo de títeres conocido como “escuela de títeres de Zadar” surgió, en su mayor parte, gracias a su habilidad tecnológica y a su aporte imaginativo en la creación de títeres, de un estilo ecléctico pero con una exaltación creativa particular en el escenario y en los efectos visuales que, en su máxima expresión, produjeron títeres y escenografías de un valor artístico excepcional. La mayor parte de su vida creativa estuvo relacionada con el teatro donde comenzó, pero también trabajó en otros teatros de títeres de Croacia y en muchos de la antigua Yugoslavia. También probó suerte en las producciones de títeres en televisión.

Branko Stojaković realizó importantes propuestas sobre la expresión del títere, como la reivindicación de la animación en toda el área del escenario, con la opinión de que “de hecho, no hay diferencias entre el escenógrafo y el creador de los títeres. El títere se convierte en el decorado, y el decorado se convierte en el títere… Lo único que existe es el tratamiento visual de la función… El teatro de títeres no puede seguir siendo conocido con este nombre, sino como un teatro de símbolos.”

(Véase Croacia.)