Titiritero y director francés. Se formó como comediante en la escuela Vieux-Colombier en París, de 1948 hasta 1951, tras haber aprendido la talla en madera en Metz. Creó el Teatro de títeres de Metz en 1954. Realizó numerosos espectáculos para niños entre los que cabe destacar Maléfice de la Phalène de García Lorca, en 1962 y Don Quichotte, en 1964, retomado en 1973 con marionetas gigantes – después se consagró al público adulto a partir de 1977 con Oratorio pour une vie de Gabriel Cousin. Este espectáculo, realizado con títeres de varillas en esponja, fue representado por todo el mundo y ciento veinte veces en un teatro de Metz, creando así un fenómeno jamás igualado desde entonces. A continuación creó Un vol d’oies sauvages, de él mismo y su hijo, Jean, en 1985 y Passion de Yves Heurté, en 1987. De 1980 a 1991, tuvo un lugar permanente, que fue uno de los escasos teatros reservados a los títeres en Francia. Lo dejó por razones de salud y se consagró a la escultura – habiendo afirmado siempre que los títeres eran ‘esculturas vivas’. Aunque sus espectáculos para adultos eran calificados como místicos, Raymond Poirson defendió una concepción no-creyente de su acercamiento a la fe. La reemplazó por la fe en el hombre, asumiendo los ‘mensajes’ de sus espectáculos, afirmando también la primacía de la imagen sobre el texto.
(Véase Francia.)

Bibliografía

  • “Dosier Raymond Poirson”, Marionnettes, n° 28, París, 1991.