Director francés. Fue una de las figuras que marcó el teatro europeo de la segunda mitad del siglo XX. Sus múltiples actividades teatrales —sesenta y tres puestas en escena, más de quince autores traducidos del ruso y del griego antiguo o moderno, enseñanza en la escuela Jacques-Lecoq, en Amandiers, en el Conservatorio nacional superior de arte dramático y en Chaillot, la creación de revistas y la dirección de estructuras (Théâtre des quartiers d’Ivry 1972-1981; Théâtre national de Chaillot 1981-1988; Comédie-Française 1988-1990)— incluyeron también incursiones en el campo del títere. Siendo un joven comediante parisino, Vitez asiste a principios de los años 50 a las clases de Tania Balachova y se asocia con Maurice Garrel, actor y titiritero, entonces miembro de la compañía del cabaret de Alain Recoing. Gracias a este amigo común ambos pudieron conocerse. Fue el principio de una larga amistad entre los dos artistas y sus familias. En 1957, tradujo y adaptó La Clef d’or (La Llave de oro), cuento de Alekséi Tolstói, para la comapañía de títeres de Recoing. Llevó al escenario el espectaculo presentado en el teatro del Vieux-Colombier a finales de año. En 1962, Vitez se convierte en el “regidor literario” del Théâtre du quotidien de Marseille. Agnès Vanier, su esposa, era la responsable de los títeres. Escribió para ellos los diálogos de Trois Ours (Tres Osos), basado en el cuento de Tolstói, creado en diciembre. En 1976, en su etapa de director del Théâtre des quartiers d’Ivry, montó La Ballade de Mister Punch, de Éloi Recoing con la compañía de Alain. En 1979, realizó una segunda versión. Además, el Théâtre de Quartiers d’Ivry tomó la gestión de la compañía de Recoing y le prestó sus locales. A la cabeza del Théâtre national de Chaillot, Vitez ocupó una posición determinante, y controvertida para los que abogaban por las nuevas tendencias, ya que programaba regularmente títeres que destinaba a los jóvenes espectadores, en el foyer y con teatrillos. En 1982, firmó en este sentido el prefacio de la obra colectiva Les Marionnettes (Bordas). Esto permitió no obstante a jóvenes artistas como Pierre Blaise, Grégoire Callies y Jeanne Vitez, Daniel Soulier o el Turc Isil Kasapoglu, realizar sus primeras armas en condiciones excepcionales y destacar. Jeanne y Marie, las dos hijas de Antoine y Agnès Vitez, se convirtieron en actrices y titiriteras.