Titiritero, pintor-escenógrafo y director húngaro de títeres. Desarrolló su carrera principalmente en Francia. Géza Blattner estudió pintura en Munich (Alemania) con el pintor húngaro Simon Hollósy. Se inició en el mundo del títere durante la Primera Guerra Mundial uniéndose a las representaciones del Teatro de la Ciudad en Budapest. Y a él se consagró totalmente desde entonces, para gran decepción de sus padres, y completó su formación junto a Teschner, en Viena, y a Paul Brann en Munich. En 1919, llevó al escenario, en Budapest, su primer espectáculo “secessionista” de títeres para adultos titulado Wajang játékok (Obras Wayang, ver Wayang) empleando figuras planas animadas por hilos y presentando obras de grandes autores húngaros como Desző Kostolányi y Béla Balász. Entre 1919 y 1925, intentó reanimar los espectáculos de feria con Antal Németh (1903-1967), el cual se convertiría en una personalidad del mundo teatral húngaro y en un gran defensor del títere. También experimentó con nuevos tipos de títeres de teclado, los cuales desarrolló más tarde en Francia, a donde emigró en 1925.

Géza Blattner se instaló en París, donde fundó el teatro de títeres Arc-en-ciel. Artistas provenientes de todos los campos se agruparon a su alrededor: Constantin Detre, Sandor Toth, Marie Vassilieff. Otros se unieron más tarde: Paul Jeanne, Frédéric O’Brady, Sigismund Walleshausen. Su primera gran aparición pública tuvo lugar en el 2º Congreso de la Unima en París en 1929. Géza Blattner realizó, hasta 1934, pantomimas experimentales, grotescas o estéticas con sus títeres, a los que más tarde añadió misterios clásicos y varios dramas.

Géza Blattner fue uno de los primeros en romper con el estilo tradicional, dialogado y naturalista, para crear un teatro visual que introducía nuevos valores en el juego del títere. Ejerció una fuerte influencia en Europa, en Francia y Hungría principalmente.

El Arc-en-ciel ofreció más de setenta espectáculos diferentes, entre los cuales cabe destacar A lovag meg a jegyese (El Caballero y su prometida, 1929) de Desző Kostolányi, A fekete korsó (La Jarra negra, 1929 et 1933), A halász és a hold ezüstje (El Pescador y la plata de la Luna, 1920), A könnyű ember (El hombre tranquilo, 1920), Benjo úr és a pelikánja (El señor Benjo y su pelícano, 1932) de Béla Balász, Ádám misztériuma (Los misterios de Adán, 1934) de Pierre Albert-Birot, Aucassin és Nicolette (Aucassin y Nicolette, 1935), Az ember tragédiája (La tragedia del hombre, 1937) de Imre Madách, Szűz Mária misztériuma (El Misterio de la Virgen María, 1938).

Durante la Segunda Guerra Mundial, se refugió en Valençay donde fundó un nuevo teatro y se dedicó a la formación. Lamentaba no haber podido crear un teatro fijo en París, a pesar de sus setenta y tres producciones.
(Véase Hungría.)