Titiritero y creador de títeres  neerlandés. Aunque al principio era pintor, Harry van Tussenbroek evolucionó hacia la creación de máscaras, decorados y trajes. Sus primeros títeres datan de 1920, inspirados en los espectáculos que realizaba Paul Bran en los Países Bajos. Según su hermano Otto, Harry era un esteta de nacimiento y un coleccionista sin igual.

Para sus muñecos, más tarde sus marionetas, empleaba lo mínimo en recursos para conseguir un efecto máximo. Cada personaje, antes de ser fabricado, era desarrollado al mínimo detalle y recibía un nombre. Harry Van Tussenbroek hallaba la inspiración en la poesía y la literatura, en objetos que encontraba (conchas, esqueletos de animales, plumas) y sobre todo en su propia imaginación combinada con un gran ingenio.

Su obra ocupa un lugar muy particular en el arte  neerlandés del títere. En sus espectáculos sin palabras, las marionetas mostraban, mediante el rostro y la riqueza del traje, una influencia oriental. En cierto sentido, es el padrino de los titiriteros contemporáneos, especialmente de Feike Boschma y Damiet Van Dalsum. Cabe destacar que sus marionetas, en calidad de objetos de arte, recibieron un grand prix en la Exposición universal de 1937. Harry Van Tussenbroek, que nunca vendió sus obras, exigió que sus marionetas fueran destruidas tras su muerte, deseo que fue cumplido. La única huella que subsiste de este singular artista es un cortometraje, Tussenspel bij kaarslicht (Entreacto entre velas), de Charles Huguenot van den Linden, que fue proyectado durante el festival de Cannes en 1959 y un libro de su autoría, Poppen en marionetten (Títeres de guante y de hilos, 1950).

Bibliografía

  • Gouwe, W. F. De poppen van Harry van Tussenbroek [Los títeres de Harry van Tussenbroek]. Rotterdam: W. L. & J. Brusse’s Uitgeversmaatschappij N.V., 1929. Winkler Prins Encyclopedie. 6th ed. Amsterdam, 1953.