Titiritero irlandés. A comienzos de los años 1960 Eugene Lambert ya tenía cierta reputación como ventrílocuo y actuaba en clubs y teatros de variedades de Irlanda y el Reino Unido. Siguió siendo un ventrílocuo excepcional durante toda su vida, pero también, sin experiencia ni entrenamiento previos, se interesó por los títeres. Él y su mujer construyeron una compañía familiar en la que cada uno de sus diez hijos participó tan pronto como fueron los suficientemente mayores.
En 1965, los Lambert fueron contratados por el primer y único canal televisivo irlandés y durante varios años presentaron un programa semanal de títeres para niños, en irlandés, llamado Murphy agus a chairdhe (Murhpy y sus amigos). Entre 1968 y 1982 tuvieron una serie de enorme éxito llamada Wanderley Wagon, que combinaba títeres y actores (incluyendo al propio Eugene Lambert), programa que utilizó el croma por primera vez en Irlanda. Gracias a él, Lambert tuvo la posibilidad de reunir el suficiente capital como para realizar el gran sueño de abrir su propio teatro de títeres.
En 1970 compró una gran casa en Monkstown, un suburbio dublinés, y estableció en las caballerizas de la parte trasera un teatro de marionetas. A la vez, y durante más de 20 años, la compañía salía casi todos los días en una camioneta a representar por toda Irlanda, a menudo haciendo dos o tres funciones a lo largo del día. Los Lamberts actuaron principalmente para niños, con un repertorio que iba desde las historias de Oscar Wilde hasta Aladino, Cenicienta, Simbad el Marino, Hansel y Gretel y Los tres cerditos. Desarrollaron muy buenas habilidades en la fabricación de títeres y prestaban mucha atención a la iluminación, la música y los aspectos escénicos del espectáculo, que forman parte del dominio de los títeres populares y aseguran la activa participación de la audiencia.