Titiritero argentino. Poeta, narrador y dramaturgo, considerado uno de los pioneros de la literatura infantil en Argentina. Javier Villafañe es, sin duda, el titiritero más conocido en los países de habla hispana. Le atrajo el mundo de los títeres desde que descubrió, a finales de los años 1920, los títeres de Sebastián Terranova y su mujer Carolina Ligotti, descendientes de una vieja familia de titiriteros italianos instalados en el barrio de La Boca de Buenos Aires con su Teatro San Carlino. En 1929, escribió un borrador de Don Juan Farolero, su primera obra para títeres, escrita en un estilo inspirado en el esperpento de Ramón María del Valle Inclán. En 1933, creó su títere emblemático, Maese Trotamundos. En 1934 conoció a Federico García Lorca y asistió a la famosa presentación de El retablillo de Don Cristóbal en el teatro Avenida de Buenos Aires. El año siguiente escribió algunas obras y partió sin rumbo fijo, pasando por todos los países con su carreta, bautizada como La Andariega (véase Argentina y Uruguay), que se convirtió en el emblema del titiritero ambulante. De esta manera, viajó por toda Argentina y otros lugares de Latinoamérica. El escenario se construía sobre la carreta, con las lonas pintadas e iluminada por lámparas de aceite al aire libre. El decorado, los títeres de guante y los trajes fueron confeccionados, entre otros, con el pintor Emilio Pettoruti, los escritores José Luis Lanuza y Enrique Wernicke y Ana María Linares. Más tarde, tras instalarse en Venezuela, donde fundó el Taller de Títeres de la Universidad de los Andes (ULA) en 1967, viajó por Europa (siguiendo la misma ruta que Don Quijote) y por Asia y regresó a Argentina en 1984, donde pasó los últimos años de su vida, aunque también participó en numerosos festivales en el extranjero.

Con sus dos teatros, La Andariega y el Gallo Pinto, personificó perfectamente un tipo de espectáculo ambulante, ofrecido en colegios, plazas públicas o teatros, pero siempre de forma individual, basada en un repertorio simple y sobre un número reducido de personajes. Su contribución también fue pedagógica, pero dando siempre vía libre a la imaginación y creatividad.

También fue editor de la revista Titirimundo y realizó un importante trabajo de investigación sobre el teatro y la cultura popular (recopilación de cuentos). Su obra es muy rica (cuentos, ensayos) y cuenta con obras para títeres, de las cuales las más famosas son La calle de los fantasmas, El caballero de la mano de fuego, El pícaro burlado, Vida, pasión y muerte de la vecina de enfrente, El casamiento de doña Rana y El panadero y el Diablo. Existe una antología que contiene muchas de sus obras: Antología: obra y recopilaciones (Buenos Aires, editorial Sudamericana S.A., 1990).

Bibliografía

  • Villafañe, Javier. Antología. Buenos Aires, 1990.
  • Villafañe, Javier. Los niños y los títeres. Buenos Aires: El Ateneo, 1944.