Pintor, diseñador y escritor austríaco. El expresionismo de Oskar Kokoschka procedía de una necesidad muy intensa de hacer posible la existencia de los seres que hizo confeccionar, y entre 1918 y 1919, creó un muñeco de tamaño real a la imagen de su amante, Alma Mahler, muñeco que intentó animar como si fuera un verdadero títere. Una de sus obras de teatro, Das Getupfte Ei (El huevo de lunares) es un espectáculo de títeres que representó por primera vez en 1907 en el cabaret Fledermaus (el Murciélago). Se trataba de títeres articulados de un teatro mecánico e instalado dentro de un teatrino alumbrado desde el interior. Fabricado con un sistema de muelles, este teatro mecánico podía ser visto por los espectadores gracias a un gran espejo. Los títeres, de 15 centímetros de altura, estaban hechos de láminas de cuero y vestidos con papel pintado por el artista. Se conservan tres de estos títeres: Hirsh (Gamo), Fuchs (Zorro) y Jäger (Cazador).