Titiritero francés. Hijo de un prestidigitador que creó el teatrino de Buttes-Chaumont en París en 1890, al que sucedió en 1910. También fue el heredero de Lemercier de Neuville pasando a poseer sus colecciones de pupazzi. A este manipulador perfeccionista  no le faltaban las contradicciones: frecuentaba a Apollinaire, Maeterlinck y Mac Orlan, fue amigo de Pierre Albert-Birot y sus ideas teatrales innovadoras –él mismo montó en 1921 una Scène birotechnique escrita para él, donde los personajes de Matoum y Tévibar se encontraban con Guignol, Gnafron, Madelon y consortes–, pero jamás sacó la técnica del guante de un marco conservador. Fue uno de los primeros en reflexionar sobre las virtudes pedagógicas del títere (fundó la asociación Marionnettes à l’école, Títeres en la escuela, en 1917) y sin embargo hizo de su arte el soporte directo de un mensaje ideológico que transformó su teatro en Guignol de guerra, en agosto de 1914. Cuarenta piezas militares fueron representadas ante un público infantil para inculcarles el odio al enemigo con el apoyo del presidente de la República, Raymond Poincaré. Gaston Cony fue el embajador incansable del títere a través de conferencias, publicaciones y asociaciones. Su teatrillo y algunas de sus marionetas se conservan actualmente en el museo Gadagne de Lyon. Su hijo, Gérard, siguió con la actividad familiar en Buttes-Chaumont.