Titiritero y profesor alemán de las artes del títere. Grafista de formación, aprendió la construcción de marionetas de hilo junto a Fritz Herbert Bross. Reconoció el potencial escénico que ofrecían los nuevos principios de construcción desarrollados por este último. Se hizo titiritero con la realización de su payaso Gustaf en 1951. Gustaf und sein Ensemble Gustaf y su conjunto, un espectáculo de marionetas de hilo que le llevó de gira por todo el mundo. Sus títeres son de un alto nivel artístico y técnico, están construidos según las leyes de la cinética y “se deshacen de la gravedad”. Lo importante para Albrecht Roser es la animación (propiamente dicha) del títere en la unidad creadora formada por la efigie, el titiritero y el público. El virtuosismo y la profundidad de sus espectáculos destinados a adultos fueron recompensados por numerosos premios.

Deseoso de que se reconozca el títere como un arte de pleno derecho, Werner Knoedgen y él planificaron en 1983 la carrera universitaria “Teatro de títeres” en la Escuela nacional de Música y de las Artes del espectáculo de Stuttgart. Participó, además, en la fundación, en Stuttgart, del Centro para el teatro de figuras FITZ!

A partir de una estancia en Estados Unidos, donde se hizo cargo de una asignatura, se comprometió aún más firmemente con diversas escuelas extranjeras en la formación de los futuros titiriteros. Así, en 2001 fundó el Instituto internacional Albrecht Roser para las marionetas de hilo, su construcción y su manipulación. Creó además nuevos espectáculos, algunos de los cuales hacían referencia a artistas de otras disciplinas. Así, interpretó el Don Juan de Gluck en 1988 y L’Histoire du soldat La Historia del Soldado de Stravinsky en 1993 con la Academia internacional Bach de Stuttgart. También dirigió espectáculos para la televisión y el cine.

Por otro lado, Albrecht Roser fue de 1968 a 1978 presidente de la organización profesional Verband Deutsche Puppentheater (VDP) y, de 1979 a 1982, presidente de Unima-RFA. Uno de los titiriteros más reputados de Alemania, Albrecht Roser ha contribuido enormemente al reconocimiento del teatro de títeres en tanto que disciplina artística.